14 de enero de 2011

Un viernes cualquiera...

Estuve pensando en los beneficios que tendrían salir de mi casa en vacaciones...
Tardaron un tiempo en aparecer frente a mí las imágenes de los atributos positivos de la cuestión, pero el ejercicio me trasportó hacia algún lugar relativamente cerca donde logré visualizarme relajada y pasándola bien...
Colectivo de por medio volví a Palermo, el barrio en el que vivo los meses del año que no estoy de vacaciones.
Hice un paseo relajado, recorriendo con detalle las vidrieras de ropa, zapatos y carteras; sin reloj ni apuntes pesados en la cartera... Liviana y atemporal...
Cuando consideré que ya lo había visto todo, elegí un sillón mullidito en el bar que supo ser mi segundo hogar durante largas horas de estudio... Disfruté el iced lemmon tea de frutos rojos acompañada de mi lectura placentera con "La historia del loco".
Me desconcentró un llamado en el celular.
Buenas noticias en el momento más placentero de la semana...

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