10 de enero de 2011

Amor prohibido

Ese febrero fue uno de los más calurosos que recuerdo.
Quizás no sólo por la insoportable temperatura que se vivía en la ciudad de la furia, sino también por lo que mi intuición me estaba demostrando...
Me había organizado algunas actividades para después de la oficina con tal de distraerme un poco y no pensar demasiado en cosas que hasta el momento me parecían imposibles...
Es cierto eso que dicen que lo prohibido nos atrae, nos tienta... e incluso esa sensación de querer y no poder, tiende a transformarse en algo placentero...
Y en mi caso particular, debo decir que por aquel entonces fantasear con El Patrón se me había vuelto una especie de combustible que alimentaba cada vez más mi osadía...
Y como si eso fuera poco, sentía que no podía compartirlo con nadie...
Pensaba en todas las cosas que me dirían si compartía mis sensaciones: que todo era fruto de mi inmensa imaginación; que no me metiera con un tipo casado; que era casi mi jefe; que es más grande que tu viejo; que te puede hacer perder el laburo y bla, bla, bla...
Tenía un pequeño candombe dentro de mi cabeza con voces "ajenas" que me aturdían y me frenaban de hacer y decir ciertas locuras...
Sin embargo esas mismas voces se volvían mudas cada vez que veía cómo él me miraba...
Intentaba controlar mis gestos, miradas, risas y sonrisas, y el tono de mi voz cuando nos cruzábamos en algún pasillo o en el ascensor...
Procuraba dominarme a mí misma cuando notaba que sus saludos se acercaban un poco más a mis labios...
Pero era algo que me desbordaba porque sentía que todo era posible dentro de mi cabeza aunque fuera clandestino, secreto, silencioso y a escondidas...
Si podía imaginarlo, ¿por qué no podría concretarlo? ¿Qué o quién o quiénes me lo impedirían?
Sin lugar a dudas, esa historia era una locura...
Y a pesar de eso, cada día que pasaba me sentía más dispuesta a vivir esa gran locura, la más arriesgada, la más emocionante, la más loca de todas...
¿Acaso la historia con El Patrón no era la más acertada para volverme loca?

No hay comentarios:

Publicar un comentario