30 de diciembre de 2009

Úlitmo momento

Si el refrán dice que los martes no te cases ni te embarques... por algo será!!
Y si bien no me sucedían puntualmente ninguna de las dos cuestiones, fue uno de esos días en que me hubiera gustado quedarme un ovillito en la cama y tapadita con la sábana para contrarrestar el aire acondicionado...
En cambio fue día de ultimar detalles y poner todo en su lugar antes de partir...
La noche anterior, cené con las chicas... Despedimos el año y conversamos sobre nuestra próxima escapada...
Me acosté a cualquier hora y tomé una cantidad considerada de cerveza...
Entonces cuando el despertador sonó a las 9 a.m. no entendía absolutamente nada...
Confirmo que cuando pierdo el ritmo, me pongo de mal humor... No sé hacer las cosas apuradas y sin embargo siempre salgo airosa de la cuestión límite...
Terminé de depilarme, hacerme lo pies, armar el bolso y almorzar con el tiempo justo...
Todo a las corridas y acompañada de los treinta y pico de sensación térmica afectados por la incasable humedad y un pequeño chaparrón de verano porteño...
Después de siete cuadras arrastrando valija con rueditas y mochila al hombro, me encontré con Flor en la parada del colectivo para rumbear hacia la terminal de Retiro: lugar desde donde la gente suele retirarse de la ciudad hacia otros destinos. (¿será que por eso se llama así?)
Por suerte, el micro salió a tiempo y a no más de los 15 km recorridos y con el sonido acunador de la lluvia golpeando en la chapa del techo, ya estaba dormida...
Además, contrastando el clima exterior, el clima en el micro (casi que se nos escarcha la nariz del frío que hacía) me relajó por demás...
A la hora me desperté enredada en la campera y soñando con todas las cosas que me había olvidado en casa.
Aunque hubiera querido, ya no entraba una alfiler en esa saturada valija.
Y estoy casi segura que de todo lo empacado usaré, como mucho, la mitad...
Un mal femenino del cual yo, evidentemente, tampoco estoy exenta...
En unas horas llegamos a la ciudad feliz... y se develará el gran misterio de saber por qué ha sido bautizada con ese apodo...

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