7 de diciembre de 2009

Qué sabés de mí

Después de una semana a puro festejo y despedidas, retomar los apuntes de la facultad fue una verdadera tortura china.
Me di palabras de aliento para no debilitarme y caer en la tentación de echarme en el sommier a mirar todo y nada en la tele, con un tazón de café con leche y bizcochos... porque encima, el clima del fin de semana fue ideal para eso.
Y entre las teorías de planificación, cuadros estratégicos y variables a tomar en cuenta para el análisis de una fuerza competitiva, reviví las cientos de imágenes y palabras vividas durante los últimos días...
Desde miradas casuales cargadas de intención, de esas que desprenden las chispas de luz válidas para encender el ON de la imaginación... atravesando por cataratas de carcajadas que brotan de la nada misma y me hacen eco en el corazón... sin olvidarme de las confesiones entre varias copas de vino que nos permitieron sentirnos más livianas y con la mirada aún más transparente...
Y eso es lo que tienen de bueno las amigas, porque tenerlas es una bendición del universo y serlo, un compromiso que particularmente me fortalece el alma y me otorga la energía necesaria para atravesar situaciones inesperadas...
Son la familia que elijo por elección propia, para que me acompañen en este camino que a veces, sola, me parece más difícil de transitar y permanecer...
Después de todo, quién sos vos y quién soy yo, si no podemos compartir "la carga..."
Tenemos mucho por dar...
Que se repita pronto!

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