3 de noviembre de 2009

Recomendaciones médicas

Un dolor de espalda imposible de calmar con calmantes de venta libre y duchas de agua caliente dirigidas a la zona del dolor, dio lugar a que consulte al médico.
Después de la clase facultativa, me fui directo a la guardia del Otamendi.
Unos cuantos minutos de espera y el único entretenimiento posible de hacer en una guardia médica, fue adivinar qué le pasaba a las otras personas que ahí estaban. Un sinfín de caras y cuadros por descifrar... Y a eso también le sumé la chance de imaginar estado civil, cantidad de desamores, profesiones y pensamientos...
Todo lo posible para intentar olividar ese dolor lumbar que pretendía dejarme al borde de la inmovilidad y con la cara de Andrea Del Boca interpretando su rol protagónico en "Celeste siempre Celeste", en el momento en el que había perdido la memoria...
La gente pasaba, entraba y salía del consultorio con una rapidez opuesta a la habitual...
Una de dos: no tenían nada grave o el profesional de la medicina era un completo desentendido en los temas llevados por los pacientes.
De todos modos, no me importaba. Era sólo algo más para pensar e intentar disuadir el dolor. Quería que mi turno llegara lo antes posible, obtener la receta para comprar los calmantes aptos para caballos e irme pronto a mi dulce hogar...
Entre fantasías, pensamientos y ensueñosescucho mi nombre en el altavoz indicándome pasar por el consultorio siete.
Recorro los pasillos y encuentro la puerta anunciada.
Golpeo, pido permiso y entro.
El joven médico sentado del otro lado del escritorio, habló sin mirarme: recostate boca abajo en la camilla y bajate el pantalón a la altura de la cola.
Un urgueteo meramente profesional en la zona afectada, algunas preguntas de rutina y otra vez sentado detrás de su escritorio escribiendo en un papel.
Vas a comprarte estas pastillas, las tomás cada ocho horas con el estómago lleno porque son fuertes y con esto se te debería pasar... De todos modos no olvides ejercitar con moderación la zona... ¡¡¡Con sexo te alcanza!!!
Increíble los avances de la medicina en los últimos años.
Hoy a la noche, me tomo un cafecito con Hernán.

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