23 de noviembre de 2009

Final countdown

Cuando la cuenta regresiva es la herramienta más consultada durante el día, se complica la espontaneidad y la rutina parece estirarse como un chicle pegado en el asfalto.
En estas semanas se termina todo: facultad, escuela, reuniones, parciales y finales.
Y sin embargo la vida continuará, con una vuelta de hoja más escrita para el libro de mi vida.
Comienzo a planificar, tímidamente, mis días de verano.
Huelo algunos días con mar, otros con jardín, pileta y reposeras; libros y películas hasta altas horas de la madrugada, además de unas ricas y frías cervecitas con amigos.
Sospecho sorpresas, nuevas sensaciones y esperados descubrimientos.
Mientras tanto, cenas con amigas, tardes de mates y paseos, viajes fugaces y ansiados recitales.
Comienzo a contar para atrás, como un cangrejo.
Lento y sin prisa.
Para llegar con todas las luces al destino que me permitirá descubrir todo lo bueno que me espera.

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