20 de octubre de 2009

Un éxito rotundo...

El nuevo flequillo resultó muy bienvenido por todos aquellos que me conocen, y debo admitir que por algunos extraños también.
Sobre todo con esos con quienes te cruzás miradas poderosas entre los agujeritos que quedan con las nucas viajantes de un colectivo o con esos que te pasan finito por la misma vereda que caminás y los ojos hacen el mayor ángulo posible para seguir el mismo recorrido...
Siempre me pregunté qué pasaría entre esas personas que se miran tanto durante un trayecto... Y diría que hoy puedo comenzar a responder algunas de esas dudas... Sí, porque un extraño de ojos azules y pestañas tupidas, sin nombre ni religión, me devolvió una de las tantas miradas tímidas con una sonrisa de dientes súper blancos.
Yo estaba sentada en el primer asiento de dos, justo detrás de la puerta del medio de esos colectivos largos... Él, unos asientos más adelante. El muy caballero le cedió el lugar a una mujer que subió con dos niños con edad de jardín de infantes y por eso quedó paradito justo enfrente mío. No había tanta gente y enseguida lo descubrí: vestido con jeans azules, remera blanca, zapatillas cancheras, y unas manos blancas, con dedos largos, de apariencia suave y muy tentadoras... Ya les conté acerca del color de sus ojos... pero no aún no mencioné la profundidad de su mirada... Hacía tiempo que no sentía una mirada tan intensa y mucho menos que me pusiera así de nerviosa...
Deben haber sido seis o siete cuadras, de cruces entre miradas celestes y marrones, gestos nerviosos y algunas sonrisas. Cuadras que me resultaron kilómetros. Pero tiempo suficiente para que además de robarme una mueca simpática, el apuesto joven logre escribir diez números en un papelito arrancado de un cuaderno de facultad y antes de bajarse me lo dejara apoyado en una de las manos que tenía sobre mi cartera.
Este es mi número de celular, me dijo. Y si me llamás, te cuento un secreto.
Se llama Hernán. Y muero de ansiedad por develar el misterio...

No hay comentarios:

Publicar un comentario