21 de octubre de 2009

Tarde despejada


Después de algunas horas de chat con Hernán, risas y mensajes de texto con saludos de buenos días, el día de hoy lo viví con el cielo más azul que nunca. ¿Habrá sido porque inevitablemente pensé casi todo el tiempo en sus ojos?

Los dos compartimos la pasión por la cocina, nos gustan las películas con "juicios" y los palitos de la selva. Vive en Palermo, hace una semana sopló 34 velitas y es Licenciado en Administración de Empresas. Trabaja en una consultora y es fanático del Rojo de Avellaneda.

Mi abuela me diría: "es un buen partido nena". Y la realidad es que esta cabecita geminiana ya se imaógin algunos planes juntos. Pero mejor, vayamos por partes, despacio, sin saltar etapas...

Porque Serrat canta que el "camino se hace al andar", hay que intentar vivir cada momento como único e irrepetible y disfrutarlo con todos los sentidos.

Por eso, hasta el viernes que concretemos el encuentro, concentaré la energía en nuestras charlas cibernéticas y los mensajes para alimentar con actitud y sin temores la cena con un extraño de ojos azules, que sigue teniendo un secreto para contarme.

No, no hubo caso. No logré persuadirlo para que me lo dijera por el MSN.

Paciencia. Lo mejor, siempre está por llegar.


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