Estoy de acuerdo con eso de que en primavera junto con las flores y los primeros calorcitos renace el amor.
Ese calor que nos otorga una energía casi desbordante de ilusión y parece que renueva la imaginación.
Y además de las condiciones pre-estivales y de haber transitado un invierno gris, frío y solitario, me atrevo a admitir que estoy nuevamente preparada, lista y pronta para recibir a un nuevo y buen AMOR.
Mi corazón ya logró cicatrizar viejas heridas, causadas por desilusiones, engaños y mentiras innecesarias. Y adquirió el flamante rojo de la pasión efervescente. Y otra vez está atento a recibir las señales de un escenario contradictorio que se resiste a la entrega sincera, absoluta y única del amor para y entre dos personas.
Afirmo que estoy preparada para saltar los obstáculos que el camino me enseñará a distinguir para llegar a buen puerto.
Estoy expetante, sonriente, desprejuiciada y plena.
¿Alguien se lo querría perder?
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