23 de octubre de 2009

Relajate... ya es jueves

Los jueves son días largos... Clases, reuniones, terapia, facultad... Me calma saber que sólo falta un día para que empiece el añorado fin de semana. Aunque de descanso cero, porque ya están todos los días programados con tareas. Lo más reconfortante es irme a dormir sin prograrmar el despertador tan temprano. Después de casi tres décadas de actividades matutinas, no logro madrugar felizmente, siempre me parece poco y por lo general lo primero que pienso cuando me levanto es en la hora en que volveré a dormirme. La época de secundaria fue tremenda!! Ni siquiera podía vestirme sola, me quedaba dormida en el baño y nunca alcanzaba a tomarme la taza entera con té con leche que me preparaba mi mamá. Odiaba a Magdalena con su tempranísimo para alentar a todos los niños que iban a la escuela cantándoles la canción del "Perro Salchicha"... No, no. A mí no me hacía más feliz escuchar canciones infantiles y alegres a esa hora... Sólo me daban ganas de clavarle una salchicha en la garganta para que no hablara más... Pobre Magdalena... Ella quería ponerle onda a la mañana, no? ja! Y mi vieja se ve que también... porque tarareaba la melodía al compás de la cucharita revolviendo el café... Y yo, seguía dormida con los ojos abiertos, como zombi... y con un humor, para el olvido.
Cuando hoy a las 6:45 a.m. sonó el despertador, no tenía ni a Magdalena saludando a los de las siete, ni a mi mamá con el té con leche y ni siquiera una divertida canción infantil para darles una nueva oportunidad a aquéllos amaneceres adolescentes.
Así que lo primero que pensé fue: relajate... que ya es jueves...
Pongalo en práctica. Funciona.

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