10 de febrero de 2010

I love myself

La vida me sigue poniendo a prueba.
Suena a cliché.
Pero en los momentos más inesperados e inoportunos, ocurre.
Cuando me relajo, fluye. Transcurre, sucede, LLEGA.
Sin previo aviso. Para llenarme el alma de esperanza...
Para conocerme más a mí misma.
Y por un momento dudo y reflexiono.
O actúo por intuición y me dejo llevar por mi sexto sentido...
Es que después de tantas experiencias, de las buenas y de las malas, no tuve más remedio que aprender a no volver a cometer los mismos errores cuando una escena parece repetirse.
Y ese instinto, termina dándome la razón...
Aunque resigne algunas cosas, personas o placeres momentáneos...
Aunque en el momento no sea verdaderamente consciente de la decisión... y no me de cuenta que suceden para poner a prueba mi aprendizaje, mi fortaleza, mi inteligencia y por qué no mi amor propio...
A esta altura del camino, me guío con otras prioridades.
Jerarquizo otros valores.
A los veinti, lo experimenté carnalmente...
A los treinti, lo disfruto desde las emociones...
Elijo las miradas profundas y a hablar sin palabras...
Me guardo los abrazos, los gestos y las canciones...
Elegir es libertad.
Libertad es amor.
Amor a mí misma.

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