28 de febrero de 2011

¡Hay equipo!

Comenzar un nuevo ciclo, siempre precipita expectativas y renueva las esperanzas.
Y cuando ese sentimiento se comparte con cada integrante del equipo de trabajo, la sensación de haber acertado en el camino elegido, se potencia y se fortalece.
Sentirse contenida y acompañada en una tarea tan significativa como la educación, trasciende los límites imaginados y pone la sangre en estado de ebullición.
Me emociona ver a los chicos formados en el patio, con restos del bronceado de las vacaciones y las zapatillas blancas...
Me conmueve entonar las estrofas de mi himno nacional y ver a los del último año izar la bandera; me estremece escuchar las palabras de bienvenida para darle inicio formal al primer día de clases y advertir cientos de ojos húmedos de emoción.
Y ni qué decir la adrenalina que me produce descubrir a quienes serán mis alumnos durante los próximos nueve meses.
Todos los años es una versión mejorada de la anterior porque vuelvo a elegir esta profesión como mi trabajo cotidiano...
Puedo sentirme una privilegiada de estar donde quiero y como quiero...
Sólo cuando este sentimiento se esfume y se convierta en un lejano recuerdo, tomaré la sabia decisión de cambiar el rumbo y despedirme de una vieja pasión...

25 de febrero de 2011

Thanks God I's FRIDAY

V I E R N E S . . .
Cuenta regresiva...
Aroma a fin de semana.
Sensación de libertad.
Sinónimo de magia y deleite.
Día de liberación y rebeldía.
Tarde de caminatas y vidrieras.
Noche de picadas y cervezas.
Madrugada de risas y anécdotas.
Ya nada importa si llegó el viernes.
La semana tendría que tener más viernes para disfrutar.
Porque todo parece ser más fácil cuando es viernes.

24 de febrero de 2011

Open mind

Está bueno esto de conocer cosas nuevas y recorrer caminos diferentes.
Y cuando digo "cosas" me refiero a personas nuevas, instituciones nuevas y hasta, por qué no, modalidades de trabajo nuevas.
Una de las cosas por las que siento que es una situación positiva, es porque involucrarme en cuestiones desconocidas, me permite abrir el panorama y confirmar que lo que sucede exitosamente una vez no tiene por qué ser lo único posible.
También porque reconozco mi adaptación a situaciones diversas y estimo la necesidad de dejar mi huella en todo lo que haga; que no me da lo mismo una cosa que otra.
Pero por sobre todo lo anterior, está bueno porque en estas situaciones diversas -y adversas- apruebo y valoro mucho más lo que tengo, lo cual muchas veces por costumbre y cotidianeidad me impide ver y apreciar las grandezas de las cuales me rodeo.
En realidad, percibo esta situación desde hace un tiempo.
Pero comprobarlo, me habilita a proyectarme con mayor facilidad y a especular con un futuro más enriquecedor.
Es casi automático que luego de esta reflexión, sienta la necesidad de agradecer la posibildad que me dio la vida de ser parte de un proyecto que me permite crecer, desarrollarme y ampliar mis conocimientos.
Me reconforta saber que soy un granito de arena en la inmensidad del mar, que aporta su voz y su creatividad para fomentar el pensamiento crítico propio y de los otros en un ámbito empapelado de autonomía e independencia.
Sólo puedo ser capaz de reconocer y cotizar mi libertad en los momentos en los que la que la percibo en peligro de ser limitada.
Enhorabuena...
Todo pasa por y para algo.
Siempre.

23 de febrero de 2011

Insomnia

Todavía no logro dormirme antes de las 2 a.m.
La hora del sueño me agarra mucho más temprano y después me desvelo completamente.
Anoche me quedé leyendo y tipeando planificaciones.
Y ya sé cuál será mi actividad principal durante este fin de semana.
Estoy contenta y ansiosa a la vez...
Por momentos quiero que YA sea lunes porque quiero verme en acción otra vez...
Parece que la necesidad está concentrada en hacer sólo lo que me apasiona, lo que amo...
Pero sé que querer que el tiempo pase rápido, significaría no poder disfrutar de lo que está sucediendo en el momento presente...
Por lo pronto comenzaré a disfrutar de mis tardes libres a partir de las seis, cosa que no sucedía desde hace tres años, paseando por diferentes lugares, mirando vidrieras y tomando ricos cafecitos en bares diferentes.
Sé que todo este trabajo tendrá su merecida recompensa.
Por eso ya comienzo a planear la celebración de los grandes logros que empezaron a asomarse en este 2011
Lo mejor, está por venir...

22 de febrero de 2011

Cadena de favores

En varias ocasiones, la vida me demostró que las casualidades no existen.
Sino que se trata de momentos y personas que coinciden en tiempo y lugar.
Como la correspondencia entre episodios y ocurrencias que siempre suceden para algo...
En los últimos tres trabajos que tuve, sumé gente de mi entorno.
Un poco porque me gusta eso de ayudar a quien considero que es buena persona y se merece una oportunidad; y otro poco porque confío en que las buenas acciones, tarde o temprano, tienen su correspondiente retribución...
Si es bueno o malo, el tiempo lo dirá.
Pero siempre es para aprender.

21 de febrero de 2011

La casa está en orden

Es tiempo de planificación.
Y si bien en lo laboral resulta imprescindible que lo haga, también comenzaré a ponerlo en práctica en lo personal.
Me resulta un tanto complejo ponerle orden al remolino de ideas, pensamientos y percepciones que salpican mi cabeza durante todo el día.
Sin embargo, siento que es de vital importancia evaluar la prioridad que voy a darle a todas aquellas cosas en las que quiero poner la energía durante este año.
El objetivo principal es la mudanza.
De eso no hay dudas.
Pero en el medio siempre surgen combinaciones que desde hace un tiempo vengo postergando.
Y una sensación distinta se presenta ante mí...
No, no es miedo.
Tampoco arrepentimiento.
Creo que esta sensación tiene mucho de la precaución y el alerta que suelo establecer en las situaciones desconocidas que requieren máxima atención y cumplimiento.
Por otro lado, continúo con mi backup de fantasías para condimentar el transcurso de los días y en la búsqueda de actividades relacionadas al mundo de los adultos.
Ya está en marcha.
El gran año está por comenzar.

18 de febrero de 2011

Calma chicha...

Sufrir porque las cosas no salen como yo me las había imaginado, no sólo es inútil sino que además es infantil.
Y el deseo de querer encontrarme con otro, es para poder hacer un proyecto juntos, para pasarla bien, para crecer, para divertirnos pero no para que me resuelva la vida.
No será en vano la década de terapia.
Además si pienso que el amor me salvará, que resolverá todos mis problemas y me proporcionará un continuo estado de dicha o seguridad, solo me mantiene atascada en fantasías e ilusiones y debilita el auténtico poder del amor, que es transformarnos.
Nada es más extraordinario que sentir la propia transformación al lado de la persona amada.
Y cuando me convierto en un ser completo, que no necesita de otro para sobrevivir, seguramente voy a encontrar a alguien completo con quien compartir lo que tengo y lo que él tiene.
Cuando se necesita de otro par subsistir, la relación se hace dependencia.
Y en dependencia no se puede elegir.
Y si no se puede elegir, no hay libertad.
Y sin libertad, no hay amor verdadero.
Y sin amor verdadero podrá haber matrimonios, pero nunca habrá parejas.

17 de febrero de 2011

Carpe Diem - Aprovechar el momento presente

La vida siempre nos da señales.
Advertencias.
Pero como siempre vamos apurados, llegando temprano para tarde a todos lados, omitimos su presencia y su importancia.
Las dejamos para otro momento.
Esta mañana la señal fue la pregunta escrita en un cartel publicitario; fue el disparador para agudizar mi sexto sentido y prestar más atención.
¿Qué harías hoy si supieras que no vas a fracasar?
Revisé en mi memoria y demoré unos minutos en encontrar la respuesta.
Como si tuviera que ser la correcta.
La única posible.
Y dudé.
Porque tal vez fracasar me haga crecer, madurar, aceptar y sea el determinante para mi próximo éxito.
Entonces estaría bueno reformular la pregunta y prestar más atención al hoy...
Vivir en el presente es creer profundamente que lo más importante es el aquí y el ahora...
Sin embargo, no es fácil permanecer atentos a él porque nuestra mente es difícil de dominar y se empeña en sacarnos de nuestra inmediatez como seres vivos...
Cada vez con menos frecuencia percibimos el milagro de la vida, la importancia de estar sanos, la felicidad de conservar a nuestros seres queridos cerca nuestro...
Cada vez insistimos más en preguntarnos ¿qué pasaría si...? en vez de ponernos en marcha en el momento presente.
El aquí y ahora es frágil y fugitivo.
Y cuando no se detectan las señales, hay sorpresas que no siempre son de las buenas.

16 de febrero de 2011

Será, será...

Cuando algo nuevo aparece en mi vida, suele darme una sensación de vértigo mezclada con cosquillas que por momentos sospecho me pone demasiado seria y pensativa.
¿Consecuencias de la ciclotimia geminiana?
May be...
Lo cierto es que esa rareza comienza a desvanecerse en el momento en que logro acomodarme anticipándome a la adaptación y llega el momento esperado para desplegar mi creatividad.
Me doy el permiso para que eso también suceda.
Me tomo el tiempo que considere necesario para que también sea parte del proceso.
Por otro lado, ya comencé a pensar alternativas para reinsertarme en aquel mundo adulto que anhelo.
Quizás sea la mejor solución para seguir desafiando esta quietud aparente.
Mientras tanto, sonrío porque fue un buen comienzo.
Y lo mejor, como digo siempre, está por venir.

15 de febrero de 2011

Sigue girando

El que busca encuentra.
No se sabe con certeza cuándo puede suceder, pero ocurre.
Y esa es la gracia: la sorpresa de recibir en el momento menos esperado, lo más ansiado.
Por eso hay que tener cuidado con lo que uno desea, porque el universo conspira para acercarnos absolutamente todo lo que anhelamos en el momento indicado.
A veces me enojo cuando considero que lo que quiero está tardando demasiado.
Pero cuando me pongo a pensar detenidamente en las causas y consecuencias, comprendo que lo que hasta hoy no llegó es porque aún no estaba preparada para recibirlo y disfrutarlo como me lo merezco.
La mayor parte del tiempo me adelanto a los sucesos y busco intensamente lo que sea necesario para que se concrete.
Y por fin me siento más cerca de la recompensa por tanto esfuerzo y esmero.
Deberé aprender a ser más paciente en determinadas situaciones, a frenarme cuando sienta que me estoy sobrepasando y a escuchar el silencio del viento cuando necesite relajarme.
Mi abuela siempre me dice que algunas personas nacen con una estrella y otras estrelladas.
Y siempre me negué a pensar que yo podía ser una estrellada, me rehusé a creer que no podría ser capaz de cambiar mi destino.
Por eso incliné mi misión en agrandar la estrella que me tocó, en hacerla brillar, transformarla en única y lucirla virtuosamente.
Recién puedo comprenderlo después de semanas, meses y años preguntándome ¿por qué a mí?; recién pude aceptarlo cuando logré hacer un recorrido consciente por mi pasado, ver acertadamente mi presente y visualizar positivamente el futuro que quiero.
Por eso hoy comienza una nueva era en mi vida.
Una época esperada desde hace mucho tiempo, que se llena de inquietud y agitación externa pero con mucha calma, tranquilidad y placidez interna.
Un nuevo desafío en el que una vez más puedo poner a prueba mi integridad emocional e intelectual; una nueva oportunidad de la vida para superarme a mí misma, crecer y creer.
Esto recién es el principio.
Lo mejor siempre está por venir.

14 de febrero de 2011

1 + 1 = 1

Con cierta frecuencia me pregunto cuáles son aquellas cosas que me provocan un click en la cabeza y encienden mi imaginación.
Intento detectar qué situaciones, palabras, gestos o sensaciones son las responsables de abrir la puerta hacia lo posible y lo que hasta hoy era remoto o improbable, de a poco comienza a transformarse en un ¿y por qué no?
Esta vez comenzó a una velocidad lenta pero constante. Incluso hice algunos cortes para preguntarme si de verdad querría lo que había comenzado a fantasear. Tras una sonrisita pícara, me escuchaba otra vez el ¿y por qué no? retumbando entre los parietales de mi cráneo.
¿Y por qué sí? era la contrapregunta que le seguía para comenzar a desviarme y dudar de mí misma hasta en mis propias fantasías.
Pero es porque sí, porque se me da la gana, porque está permitido, porque es gratis, porque no le jodo la vida a nadie y porque es parte de mi relegada intimidad.
Porque de alguna manera fortalece mi confianza, porque me devuelve a la coquetería y levanta mi autoestima.
Todo esto, siempre y cuando siga guardando las imágenes en el casillero de la fantasía y no me sienta frustrada si no se llegara a concretar, como sucede cuando salgo decidida a comprar algo que imaginé y vuelvo a casa con las manos vacías por no haberlo encontrado, y con un mal humor que más vale perderme que encontrarme.
De todos modos, no me vendría nada mal intentar dar el segundo paso, avanzar, excederme, subir un escalón y ver qué sucede si pongo a prueba todo aquello que provocó este incendio cerebral: una sucesión de voces graves, comentarios atemporales pero definidos, sutilezas ocurrentes y unas ganas locas de volver al ruedo.

11 de febrero de 2011

Duérmete niño

Me reservé el último viernes de vacaciones para pasarlo junto a mi sobrino más pequeño.
Pocas cosas disfruto más que darle de comer y hacer dormir a un bebé...
Quizás porque, por ahora, no es una tarea de todos los días o porque me sale con una facilidad inaudita.
Sé que tengo cierta vocación maternal que durante muchos años canalicé en los lugares o en las personas equivocadas y que mi actual trabajo me permite sublimar sensaciones y sentimientos.
Pero aún así no estoy segura de querer tener mis propios hijos. Tal vez porque considero que por ahora, no sea uno de los planes que pueda hacer por mi propia cuenta, aunque tener un marido y/o pareja hoy en día tampoco es garantía de nada; sobre todo si de compartir responsabilidades se trata.
Lo cierto es que me rodeé de cereales de colores, huellitas de zapallo y sonrisas contagiosas para recargar la energía para lo que se viene en el 2011.
En breve, habrá novedades.
Todavía estoy "recalculando".

10 de febrero de 2011

Reciclar

Volví a soñar con el dueño de aquel auto negro que tanto me intrigó hace un tiempo atrás.
La dinámica volvió a ser similar, porque no logré visualizar los rasgos de su cara.
Pero estaban sus manos tibias, suaves, blancas, prolijas y generosas que me rascaban la espalda mientras yo estaba recostada en un futón verde y le contaba sobre un viaje que tengo en mente hacer en unos meses...
También soñé que entraba al Gran Hermano y que me la pasaba cocinando para todos los integrantes bajo la amenza de que me iban a hacer la fulminante; también que aparecía un Twingo color negro con un moño violeta en la puerta de mi casa con una cartel diciendo que era un regalo para mí, pero cuando me subía no tenía los pedales para manejar entonces debía avanzar con los pies...
Estos como tantos otros sueños "locos" que se gestan gracias a las interminables horas de siesta que estoy aprovechando al máximo en los últimos días libres, me hacen percibir que necesito poner pronto mi cerebro en acción.
Por lo pronto, llené tres bolsas de consorcio con papeles de todos los gramajes, tamaños ycolores; apuntes viejos de la facultad, fotos inmostrables, cartas que nunca más voy a leer y tantas otras cosas, que estaban ocupando un lugar inmerecido en la biblioteca y en mi habitación.
Si se va lo viejo, viene lo nuevo.
Y será muy bienvenido.

9 de febrero de 2011

Tour

Se me ocurre que a veces anulo algunas cosas de tanto pensarlas, fantasearlas e imaginármelas...
Quizás porque sea demasiado recurrente con la idea que se me metió en la cabeza, o porque logré visualizarme dentro de ese contexto o porque me parece que no existe otra mejor...
Tal vez toda esa ansiedad en querer ver llegar a mi vida un carro con luces de colores titilantes, brillos destellantes y aroma a flores bonitas me haga perder la oportunidad de visualizar otro con apariencia menos imponente pero con igual o más importante que el idealizado...
Y creo que en esa idealización es donde se origina lo que sucede cada vez que me enfrento conmigo misma, con no poder parar la cabeza cuando algo se me puso como objetivo; cuando intento definir de la mejor manera el camino que pretendo me conduzca a las metas que se van reciclando y renovando día tras día...
Si bien es cierto que la ansiedad tiene mala prensa, también tiene una virtud que casi nadie reconoce: hace avanzar permanentemente.
¡Y conmigo lo logra!

8 de febrero de 2011

Falta menos

Estoy transitando mi última semana de vacaciones.
Por momentos pienso en lo rápido que pasó el tiempo y en lo poco que alcancé a hacer...
Pero también pienso que ya es momento de ponerme en acción, empezar a crear un nuevo desafío y volver a disfrutar de los pequeños logros cotidianos.
Extrañé mojarme los pies en las caminatas a la orilla del mar, disfrutar del solcito en los hombros y respirar esa sal que se evapora gracias a las brisas patagónicas.
Pero sé que éste período también forma parte del proyecto que en unos años me permitirá pasar mis días enteros entre Puerto Pirámides y la Península de Valdés.
Por lo pronto, tendré que empezar a planear cómo cambiar mis horarios y costumbres veraniegas para comenzar lo más lúcida posible el nuevo año lectivo.
Amanece un nuevo martes húmedo y lluvioso en la ciudad porteña.
Y sigo esperando la respuesta.
Ya falta menos.

7 de febrero de 2011

Dejavú

Esperé el amanecer para asegurarme que llovería el resto del día...
Y no me equivoqué.
La pasada, fue una semana anunciada.
Me acordé mucho de las sensaciones que tuve durante aquellas vacaciones en las playas de Mar de las Pampas, donde prácticamente me la pasé encerrada en la habitación de la Hostería a causa de la copiosa lluvia de la segunda quincena de febrero que apenas me dejó salir a respirar la brisa del Atlántico.
Y fue recién después de unos meses, que conseguí darme cuenta que esa vacación húmeda y solitaria fue la oportunidad que tuve para aclarar mis pensamientos, ordenar mis ideas, priorizar mis objetivos, hacer borrón, cuenta nueva y comenzar una nueva etapa en mi vida.
Una etapa que comenzó a cerrarse hace apenas 48 días atrás cuando finalicé la carrera de Relaciones Públicas y que en el medio me dio una valiosa recompensa al darme la posibilidad de trabajar en una profesión que amo.
Sin embargo reconozco que recién podrá ser una etapa cumplida, cuando logre mudarme a mi propia casa.
Desde aquel verano espero que llegue este momento donde estoy dispuesta a pasar por todo lo que la vida me ponga enfrente para alcanzar este gran objetivo.
Me siento preparada para transitar los sinsabores del camino, si sé que la recompensa es esta añorada mudanza.
Apuesto a que no voy a quedarme de brazos cruzados ni tampoco voy a permitir que la angustia, la bronca, la desesperación o la envidia me jueguen una mala pasada y ganen esta partida, aunque por momentos me sienta abatida y sin fuerzas para continuar.
Pero creo que estos tres años son una prueba más que suficiente para considerar que mi deseo puede convertirse en un hecho posible y concreto.
Y este fin justifica los medios.