12 de marzo de 2010

Wonderland


Todos los días se aprende algo nuevo...
O por lo menos, quien quiere aprender, tiene oportunidades a rolete...
Hoy me dediqué a mimarme y decidí hacer cosas que me divirtieran...
Al fin conseguí unos plantines de menta, tomillo y orégano para empezar a armar una especie de huerta, aunque no sea más que en macetas.
Ni bien llegué a casa las puse en sus macetitas correspondientes y quedaron preciosas. Mañana les haré la decoración que merecen...
Además, está bueno que apenas sopla un vientito en el patio, el mezclum de aromas llega hasta la cocina...
Intenté tener el menor contacto posible con la compu... y casi como en un arrebato, me bañé, me cambié y me fui al cine a ver Alicia en el País de las Maravillas.
Hubiera querido ser niña otra vez para disfrutarla desde unos centímetros más abajo de la butaca.
La película es impecable.
De verdad me creí que un conejo y una liebre pueden hablar con un ser humano...
Me maté de la risa con las caras de Johny Deep y la impaciencia de la más cabezona Reina de Corazones Rojos.
Pero lo que más, más me gustó de todo fue una frase que Alicia recuerda en el momento que tiene que luchar con un monstruo enorme y lleno de dientes que se la quiere comer entera.
Con un miedo terrible y con una espada que no parecía tan mágica como el resto de los personajes que apuntaba directo al cuello del monstruo, respira profundo y toma coraje para clavársela sin titubeos. Al tratarse de algo a lo que ella no estaba acostumbrada a hacer, cierra los ojos y se dice a sí misma algo así como: "Todos los días, antes del desayuno, pienso en seis cosas imposibles. Cuánto más las repita, más chances tengo de que sean posibles de realizar. Matar al monstruo, es posible"
La cabeza del murciélago con cara de dragón y lengua de yacaré, rueda por las escaleras. Y Alicia logra su objetivo.

Tengo unos días para pensar en mis seis "imposibles"...
Debe ser un buen ejercicio...
¡Feliz viernes!

No hay comentarios:

Publicar un comentario