15 de marzo de 2010

Abrazos

El fin de semana estuve a los abrazos.
De esos que reconfortan, sanan y miman.
Esos que "alcanzan" para llenar cualquier agujerito por donde a veces el aire que pasa es demasiado profundo.

Hubo reencuentro con los amigos que conocí en el hostel durante las vacaciones en Las Grutas.
Organicé algo sencillo y bien rico en casa.
Me gusta ser anfitriona, lo admito.
Y lo disfruto un montón.
Comimos caserito, nos tomamos unos buenos vinitos y nos reímos hasta altas horas de la madrugada.
Siempre hubo tema de conversación, recuerdos, anécdotas y planes...
La energía de esa gente es inmensa.
Vibra positivo y se siente delicioso.
Los ausentes fueron evocados en cada una de nuestras palabras para sentirlos lo más cerca posible...
Hubo eco de cantos que quedaron lejanos...
Volvió la risa.
Y trajo lágrimas de ilusión...

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