Los lunes son imposibles.
Imposibles para madrugar, para arrancar, para sostener...
Me queda como un sabor a poco del fin de semana, como la acumulación de la fiaca que no logra despegarse del cuerpo... y no hay desayuno que logre despertarme
Y los ruidos parecen más fuertes, las voces más estridentes, la gente más densa...
Uf... los lunes son complicados... arrancan temprano y terminan muy tarde.
Por eso ya hice algunos planes para cambiarle la cara y renovarle la energía.
Después les cuento...
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