31 de enero de 2010

DÍA 2

Nuesta primer salida terminó hasta las 9 de la mañana...
Jamás se me hubiera ocurrido que fuera a comenzar mis vacaciones sureñas de esta manera...
Se armó una fiesta divina en el parador de la Quinta Bajada de la Playa... y la disfruté tal cual me la merecía...
Me emocionó volver a sentir lo que me generaba eso de que alguien me guste tanto...
Así, desde adentro...
¿Cómo explicar ese desde adentro?
Significa que no hay dudas; que es mirarlo sin cansarme y bailar al ritmo del canto de su voz... sin parar de reírme como loca todo el tiempo...
Pero la moral me planteó un dilema... O tal vez fue un prejuicio, no lo sé...
Estoy más que segura que si yo fuera un hombre y la situación era a la inversa, no me estaría planteando esta dicotomía...
Pero "gracias" a la comunidad machista en la que me criaron y aún vivo, pienso mucho más de lo que debería en situaciones en las que sólo está permitido sentir y dejarse llevar...
Pero a pesar de todo, no la pude controlar... y siento que brota por mis sonrisas y miradas cada vez un poco más...
Porque es una emoción desde adentro...
¿Se entendió?

30 de enero de 2010

DÍA 1

Después de 16 horas de viaje, con retraso en la partida desde Retiro y algunas paradas en la ruta, Mer y yo arribamos a Las Grutas, más que felices.
Comenzaban nuestras vacaciones en la playa y ya estábamos con las mentes puestas en la arena, el mar y unas ricas cervecitas para recibir al atardecer...
Nuestro arribo al Hostel, fue rápido... Enseguida nos acomodamos en la habitación, nos cambiamos y nos fuimos directo a la playa...
El sábado estuvo nublado y nos encontró cansadas, así que antes de los primeros mates con churros rellenos nos dormimos una siestita con los pies enterrados en la arena tibia...
Como había mucho viento, decidimos volvernos al hostel para bañarnos y cambiarnos para la noche... No teníamos planes resueltos... así que nos sumamos a la cena comunitaria que habían organizado los residentes más antiguos del Designio 48...
En realidad ni bien habíamos llegado, ya lo había visto deambular por ahí... pero no hice ningún comentario en voz alta por el morocho de remera rayada que en ese momento apenas me registró...
Tal vez porque me pareció un tanto apresurado...
Pero después de la salida grupal, confirmé que mi primera atracción fue real...
Bailamos durante toda la noche y me sentí una adolescente cada vez que nuestras miradas se cruzaban...
Qué hermosa sensación...
Y qué buen comienzo de vacaciones...

14 de enero de 2010

No estoy para nadie...

Me voy unos días a la casa de mis primas.
Necesito compañía...
A veces no puedo con la soledad...

13 de enero de 2010

Mensajes

Decidí darle un vistazo a esa página que me anoté.
Hacía unos cuantos días que no tenía registro de los mensajes...
Y me encontré con muchos y variados...
Algunos, sinceramente, los descarté de primera mano...
Otros, resultaron más interesantes y se extendieron a charla vía MSN
Un residente de medicina, un paseador de perros, un director de arte, un profesor de comunicación en nivel medio: una comunidad de lo más variada.
Y si es cierto que en la variedad está el gusto... sigamos con el salpicón de profesiones y personas.
Aunque debo reconocer que aún me resulta un tanto raro esto de conocer gente a través de una página de internet y ponerme a charlar con un desconocido con miras a encontrarnos personalmente... en algún momento, supongo...
Y así me paso el día... haciendo un poco de todo.
Plenos días de vacaciones...

12 de enero de 2010

El viajar es un placer...

... que nos suele suceder.
Partimos desde la casa de Caro a las 7 a.m. puntual, una hora más tarde de lo previsto...
Cargamos combustible para el auto y para nosotras: mates, mediaslunas y una musiquita de lo más divertida para estar bien despiertas.
Fui copiloto durante todo el viaje, lo cual hace ya un tiempo descubrí que tiene su encanto...
Arribamos a la ciudad entrerriana cerca de las 11 de la mañana, recibidas por un calor agobiante y una masa inmensa de nubes grisaceas en el frente...
Buscamos alojamiento por el camino del Ñandubaizal (hiper recomendable) porque sabíamos que era un lugar de privilegio en la zona...
Nos encontramos con Sagitario, unas cabañas recién estrenadas con pileta y parrillita para hacer asados...
Ni bien bajamos todos los bolsos, nos pusimos las mallitas y partimos a la playa.
Me encantó! No tenía idea de cómo era la ribera del Río Uruguay y la verdad, es que lo disfruté mucho...
Nos quedamos ahí hasta que se nos dio la gana y el sol ya casi se estaba escondiendo...
Habíamos pensado en volver porque tocaba una banda de rock en uno de los paradores y la idea era hacer una fiesta en la arena...
Pero hubo cambio rotundos de planes. A eso de las 8 de la noche, se largó una tormenta de lluvia, viento con truenos y relámpagos incluidos, que nos dejó comiendo en el complejo de cabañas y yéndonos a dormir mucho más temprano de lo previsto...
Al día siguiente, sol pleno...
Y un calor, casi insoportable...
Desayuno, pileta, mates y un paseo por el pueblo con almuerzo incluido para recuperar fuerzas y volver a la ciudad de la furia antes de la medianoche...
Las horas fueron largas, el tiempo se me pasó lento...
Me sentí adentro mio, tranquila, conectada y serena...
Un fin de semana con amigas, compartiendo charlas y rondas de mate aunque sea lejos de casa siempre es bienvenido...

8 de enero de 2010

Simplemente viernes

Dormí toda la mañana como a mí me gusta: desparramada por toda la cama y con el vientito del aire acondicionado pegándome en la nariz...
Preparé tostadas, mate, termo y me fui a desayunar a la sombra del patio en compañía de Franco.
Disfruté el aire fresco y el canto de los pájaros mientras escuchaba a Andy en la radio.
¿Qué sería de mi vida en un departamento?
Después de almorzar, dejé todo en orden y emprendí el viaje hacia Ciudadela para visitar a mis amigos Paula y Agustín.
Nos pasamos una tarde/noche a pura cervecita, picada y risas...
Volví a casa después de medianoche, cuando el efecto del zapatito dejó de tener efecto...
En unas horas, me encontraré rumbo a Gualeguaychú...
Espero traer buenas nuevas...

Ciudad de la furia

Al final, anoche me quedé a dormir en Ranelagh y esta mañana temprano (antes de que el sol me reviente la paciencia) partí rumbo a los buenos aires porteños.
Tenía algunos trámites que hacer y aproveché el tiempo antes de volver a casa...
Estuve (inevitablemente) por el centro, donde se pone más pleno centro que nunca.
Ahí justito por donde se cruzan las peatonales, por donde la gente camina y atropella, por donde todo está medido por el tiempo límite... Justo ahí por donde menos quería estar...
Por suerte fue rápido yterminé antes de lo previsto con los trámites del banco y decidí almorzar para no deprimirme mirando vidrieras en medio del caos.
Elegí un lugar con sillones cómodos y aire acondicionado a temperatura antártica para revetir el mal humor que provocó el mini tour.
Me quedé un rato leyendo, otro observando gente y otro rato más escuchando música en el MP4.
Volví camino al andar para llegar puntual a terapia: el único verdadero espacio que es sólo para mí; el mejor ejercicio para escucharme en voz alta decir todas aquéllos pensamientos que giran sin parar en mi cabeza y tantas veces me marean; el mejor antídoto contra la amnesia y la falta de criterio; el remedio más eficiente para empezar a hacerme cargo, asumir y aceptar.
Qué difícil se me pone a veces...
Pero qué bien me hace...

7 de enero de 2010

Tarde de Reinas

Me desperté después de las 11 de la mañana con un calor insportable y pegoteado...
En casa se había cortado la luz y el aire acondicionado dejó de funcionar vaya uno a saber qué hora. Suficiente para que mi habitación se parezca a un pequeño baño turco.
Encendí la tele y tomé noción del tiempo: 6 de enero.
Día de Reyes.
Me hice un desayuno ligero, acomodé algunas cosas, armé un bolso con dos o tres pilchas y salí de casa.
Así, sin pensarlo demasiado y previo aviso. De sorpresa.
Colectivo, Constitución. Tren, Ranelagh.
Antes de llegar a la casita de la 357, pasé por la panadería y el kiosco para no caer con las manos vacías, justamente en un día de regalos.
Fui recibida con el mismo amor y alegría de siempre.
Entre besos y abrazos, y hasta con algunas lágrimas de emoción, junto a mis primas y sobrina nos hicimos una merienda con leche chocolatada y torta de coco y dulce de leche. Las cuatro sentadas bajo la sombra del nogal.
Felices y sonrientes celebramos como reinas el regalo más importante de la vida: el amor.

6 de enero de 2010

Manos a la obra

La semana estando de vacaciones transcurre tranquila.
Casi que no me doy ni cuenta de los días ni mucho menos la hora...
Fluye, todo fluye en armonía y ordenadamente.
Hago cosas en casa: ordeno, lavo ropa, reciclo, juego mucho con Franco... y cocino.
Anoche invité a cenar a mi hermana y su novio unas riquísimas canastitas de atún, humita y caprese. Nos reunimos en familia en la mesa de la galería, esperando recibir un poco de aire fresco proveniente del jardín...
Como no tuve ni tiempo ni ganas de hacer el postre, pedimos helado. Descubrí un nuevo sabor en Freddo de naranja, frutilla y banana; el toque justo de frescura, dulzura y acidez. Imperdible.
Entre pitos y flautas, nos quedamos charlando hasta las 2 de la mañana casi sin darnos cuenta.
Cuando todos se fueron a dormir y me quedé sola, pensante e introspectiva volví a mi habitación, abrí mi compu, entré en internet y escribí un perfil (con foto incluida) en una página para conocer gente... bah, hombres mejor dicho. La verdad que de amigas ya estoy cubierta y si surgen nuevas, no será precisamente de una página de citas.
Así que escribí algo simple, espontáneo y sobre todo veraz.
No lo pensé mucho. Fue lo que surgió.
Y creo que lo más importante para rescatar de esta acción, fue precisamente eso: ACCIÓN.
Buscar una alternativa a las tantas ya conocidas para ver si de algún modo, rompo con esta profecía de la soledad de los treinti...
Mientras tanto, sigo disfrutando de mis vacaciones...

5 de enero de 2010

De regreso

Ya pasó el primer fin de semana de enero.
Nos quedamos en Mar del Plata hasta el domingo a la tarde para seguir disfrutando de más charlas, cervecitas bien frías, rondas de mate con churros y caminatas por la costanera.
No quedé fascinada con la ciudad. No la elegiría para irme de vacaciones. A no ser que tenga un auto a mi disposición para recorrerla por donde se me antoje.
Pero sinceramente, no concibo la idea de tener que tomar un colectivo durante 40 minutos de ida y otros 40 de vuelta para llegar a una playa despejada.
Pero para pasar unos días con buenas amigas, estuvo más que sobresaliente.
El clima durante la estadía ayudó y tomé solcito con una buena pantalla para no quedar cual morrón asado y tengo los piecitos con un lindo bronceado para lucir con sandalias...
La semana comenzó con lluvia, así que me quedo en casa recuperando energías para el próximo destino: Gualeguyachú.
El nuevo año depara conocer nuevos lugares. Y por qué no nuevas gentes...
Estar en buena compañía siempre es bienvenido.