16 de agosto de 2011

Caperucita y el Lobo

Me encuentro leyendo un libro muy interesante que me permite abrir mi panorama sobre cuestiones que considero siempre está bueno seguir perfeccionando...
Los que me conocen, saben que no me conformo con poco y que producto del camino que viví estos últimos años, la prioridad es fortalecer mi autoestima... 
Lo que me resultó más interesante y hoy quiero compartir en este Géminis Tour, es el proceso de independencia femenina en el cual se han instalado dos grandes tendencias.
Una de ellas es la de la mujer que asume que tiene que cumplir con la pareja, por lo que tiende a ser sumisa en apariencia pero en los hechos, es ella quien ejerce el control en forma pasiva...
Una de sus motivaciones para actuar así, es el miedo: miedo a que le sean infiel y a perder su hombre por no hacer bien "su tarea".
En el otro extremo, donde considero que se agrupan la gran mayoría de las relaciones, está la mujer que exige, suponiendo que que está a años luz de la anterior porque reivindicó su derecho al placer.
Además, en su discurso, se dice a sí misma no necesitar una pareja y ejerce todo su control para que las cosas se hagan como ella dice. Si no es así, "hasta luego y mucho gusto", argumentando que ella no está para pasarla mal y que "prefiere estar sola".
¡¡¡Cuántas veces me escuché decir esta frase!!!
Lo cierto es que este tipo de mujer no se distancia tanto de la otra, porque su base de sustentación también es el miedo; protegiéndose de su vulnerabilidad mediante su postura, la cual le parece que la ayuda a no ser dañada por el otro...
Caperucita por un lado, que se entrega para "cumplir", no provoca y se autolimita al placer.
el Lobo por el otro, incitante y provocadora; que juega y determina cómo quiere que sean las cosas...
Pero la "máxima" de la realidad dictamina que si exigís bajo la apriencia del lobo o cumplís tal como lo viste en las generaciones pasadas, no seducís...
Por lo tanto un poquito de todo parece ser la solución.
Si los grandes motores de la vida son el amor y el miedo, entonces tenemos que concluir que la seducción sana y limpia es una entrega incondicional más cercana al alma, y no tanto al cuerpo.
¿Con cuál de estas mujeres se sienten más identificadas? ¿Consideran que lograron encontrar el equilibrio?
Por mi parte, ya tengo tarea para el hogar...

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