24 de mayo de 2010

SUN-DAY

En el último tiempo, los domingos se parecen a cualquier otro día de la semana, con la excepción maravillosa que duermo hasta que se me dé la gana...
Algunos meses atrás, el domingo era un día que me parecía triste, aburrido, gris y melancólico...
El día de la semana que más me hacía recordar el vacío de las sensaciones que hacía tiempo anhelaba...
Hoy ya no sé si quiero lo mismo que ese tiempo atrás...
Tampoco confío en creerme preparada para vivirlo, transitarlo y hacerlo parte de mi rutina...
Así que en vez de padecer con empeño la impaciencia de esperar lo que aún no llega, y no sé si algún día llegará, me dedico a otras cosas que tienen que ver conmigo misma...
Es así que me encuentro transitando una de las etapas más solitarias e introspectivas que hasta el momento recuerdo; me refugio en unas babuchas, camiseta de entrecasa y pantuflas de invierno; hebilla en el flequillo (para que no se me meta en los ojos), tele, notebook, libros, cuadernos y, a veces, revistas...
De vez en cuando bajo a la cocina para buscar algún alimento, espío a Franco por la ventana, me miro de reojo en el espejo del living y otra vez subo al refugio del entrepiso, donde todos los días parecen domingos.

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