5 de mayo de 2010

Es preferible reír...

La risa no es la panacea, ni la felicidad, pero está muy emparentada con ésta.
Lo que parece fuera de toda duda es que ayuda a sentirse mejor.
La risa incrementa la autoestima y la confianza en uno mismo; evita la depresión y la tristeza al forzar cambios emocionales en la persona.
Es también una fórmula eficaz para eliminar pensamientos y emociones negativos es imposible reír y pensar al mismo tiempo, por lo que ayuda a combatir las enfermedades psicosomáticas.
Alivia el insomnio al producir una sana fatiga que el sueño repara con facilidad, la hipertensión, al aumentar el calibre dé los vasos sanguíneos y reparar tos músculos lisos de las arterias, reduce la presión arterial. Combate miedos y fobias y la timidez, al facilitar la comunicación entre las personas ayuda a expresar emociones y favorece los lazos afectivos.
Asimismo alivia el sufrimiento y sirve para descargar tensiones, potencia la creatividad y la imaginación.
Por otro lado puede ejercer efectos positivos contra enfermedades fisiológicas: refuerza el sistema inmunológíco, facilita la digestión, fortalece el corazón acelerando el ritmo cardíaco, mejora la respiración, ya que ta ventilación respiratoria llega al máximo cuando reímos y aumenta la actividad vital al incrementar la circulación nerviosa.
En definitiva, y como dice un viejo proverbio chino: "Para estar sano, hay que reírse al menos treinta veces al día."
¿Qué estás esperando para soltar una carcajada?

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