9 de abril de 2012

Es sólo una cuestión de actitud


Hay situaciones que por más que quisiera no están bajo mi control y simplemente suceden...
Sin embargo, lo que sí puedo elegir es cómo enfrentarlas...
Imagino, deseo y me ilusiono... como todo el mundo!
Pero la realidad en la que vivo no siempre coincide con todo eso... De hecho, casi nunca...
Entonces me cuestiono cómo actuar ante este enfrentamiento entre realidad vs.fantasía...
¿Cuánto es el tiempo límite en el que debería durar una ilusión para desecharla o renovarla?


Parte de este fin de semana largo lo aproveché para salir del agujero interior, con la única intención de respirar otro aire, porque cuanto más me pregunto y cuanto más revivo los momentos, menos encuentro la salida a este malestar que no muestra signos de mandarse a mudar de una vez por todas...
Sin embargo por experiencias pasadas, aprendí que es sumamente necesario respetar mis tiempos... 
No importa cuánto, siempre será el necesario...
Todas las personas no cicatrizamos las heridas del mismo modo ni al mismo ritmo...
No todos podemos reponernos de dolores similares con el mismo ímpetu...
Y es por eso que tampoco tengo que "obligarme" a hacer cosas que según el resto del mundo me van a ayudar a transitar "mejor" el momento presente...
Siento que aún no estoy preparada para aceptar y afrontar determinadas propuestas...
Mi cuerpo me da señales. Las percibo.
El corazón también hace lo suyo. Lo siento...
Lo que ahora necesito es tiempo... 
Tiempo para reordenar mis ideas, para renombrar mis deseos y renovar mis ganas... 
Tiempo para borrar recuerdos sensoriales, para que las que en su momento fueron felices coincidencias empiecen a parecerme algo más que ridiculeces y ya no tenga ganas de seguir soñando pasiones locas con nombre y apellido... 
Tiempo para aceptar casi con resignación una decisión ajena y apresurada que me dejó fuera de un plan en el que aposté todo pero nada de lo que ofrecía realmente podía importar... 
Tiempo para insertar su ausencia dentro de mis planes y descartar indicios de reencuentros memorables...
No hay un consuelo para el duelo más que la resignación.
No existen las pastillas para olvidar. Tampoco las pastillas para no soñar...
Pero sí el tiempo que sea necesario para volver a enamorarme de mí misma y salir al mundo confiada de que lo mejor siempre está por venir...
Eso sí que será una cuestión de actitud...

No hay comentarios:

Publicar un comentario