1 de junio de 2010

Primero, lo primero...

¿Es tan difícil coincidir con las prioridades de los otros?
Las palabras tienen poder: nos pueden curar, nos pueden enojar o nos pueden angustiar... y cuánto!!
No puedo evitar sentir enojo y un poco de tristeza cuando no estoy dentro de las prioridades de alguien que quiero, que me importa, que siempre ocupó un lugar prioritario en mi vida...
Y más me angustio cuando siento que no recibo lo mismo que doy, cuando no me encuentro dentro de sus prioridades, al menos una vez al mes...
Siempre tengo la sensación de que soy yo la que se pone en el lugar de los otros de una manera comprensiva y que alguien se ponga del mío, parece imposible...
A muchos les parece muy difícil salirse de una situación de comodidad y pararse de la vereda de enfrente para ver las cosas con otra perspectiva...
Porque todos tenemos responsabilidades, cosas para hacer y distraernos...
Todos tenemos familia, amigos, trabajo... o ganas de estar solos...
Simplemene, todos tenemos VIDA!!!
Y en esta era del narcicismo potenciado y del egoísmo desvirtuado, nos olvidamos de fortalecer los lazos que crean afectos reales y necesarios...
Porque desde que nacemos necesitamos ser queridos, mimados y recordados... y durante toda nuestra vida ese cariño es transformado para fomentar las prioridades en la vida de las personas que nos rodean...
No siempre se trata de juntar las cartas, mezclar y repartir de nuevo...
Muchas veces es mucho más noble y leal generar una nueva estrategia de "juego" con las cartas que nos tocaron, siempre y cuando nos parezca prioritario...

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