Para olerte mejor...

Junio: mes de mi cumpleaños, exámenes y Mundial. Con tanto partido, es necesaria una mirada femenina con un análisis profundo y concreto de las cosas que nos pueden interesar más allá de los grandes resultados de Argentina hasta el momento...
Disfruto ver los partidos, completar el fixture, anticipar y predecir las posibilidadess para nuevas rondas... incluso con mis alumnos.
Me emociona hasta las lágrimas corear el "ohohohoh" del himno argentino, gritar los goles teñidos de celeste y blanco y hasta tiene un toque de placer que me duela el estómago cada vez que veo al Diego de mucho traje dirigiendo desde el banco y apretando fuerte su cábala con la mano izquierda...
Pero además de todo eso, me tomo un breve instante (bueno, no tan breve) para observar otros momentos interesantes y de mucho regocijo para mi vista...
Supongo que será igual que cuando los varones ven un desfile...
Vivan los primeros planos de tantas piernas musculosas corriendo tras la jabulani...
Y ni que hablar de los jugaores que eligen las camisetas entalladas que marcan unos brazos prometedores de los mejores abrazos...
Y yo particularmente, me hago un festín con las narices: aguileñas, puntudas, filosas, rectas, largas, con personalidad y mucha actitud...
Hace un tiempo me animé a admitir abiertamente que una nariz pronunciada, entonada, resuelta y decidida me pierde en un mar de fantasías...
Incluso más que cualquier otra característica masculina...
Nuestra selección goza de unos cuantos "narigones" que se llevan más de uno de mis suspiros, aunque probablemente nunca se enteren: Nico, Martín, Diego... Y Gonza encabezando la lista, lejos.
Ni idea qué significa este placer por las narices, tal vez no sea nada particular...
¿O acaso sobre gustos hay algo escrito?
Vamos Argentina!!!

Cumpleaños Feliz

Siempre me gustó celebrar mis cumpleaños: recibir a mis invitados con una rica comida y una torta llena de dulce de leche, abrazarme y pedir deseos en su presencia...
Pero este año se me dio por escaparme y festejar en el exterior...
Al mejor estilo Sex and the City, convoqué a mis amigas y juntas, cruzamos el charco en el Buque Eladia Isabel...
Paseamos por la pequeña ciudad soleada, charlamos hasta por los codos, comimos súper rico, nos sacamos un montón de fotos y nos reímos hasta que nos dolió la panza...
Recibí mis primeros 32 años en compañía de quienes están en las buenas y en las malas de todo el año, de quienes saben acerca de mis locuras y mis sueños, con quienes comparto mis alegrías y mis penas, mis aciertos y mis errores; con quienes forman parte de MI VIDA!
GRACIAS por el regalo de compartir sus energías una vez más en el día de mi cumpleaños... feliz, feliz.

Si diez años después...

Hoy estuve casi todo el día "tarareando" esta canción y en un principio creí que era porque mi cabeza estaba haciendo una especie de recorrido por la trayectoria de Calamaro, antes de asistir a un nuevo recital...
Pero no fue sólo eso...
Hubo mucho más en esa frase revoloteando en mi cabecita "cuasi rubia" estas últimas horas...
Los días pasan, los meses transcurren y los años ¿suman? experiencia en algunas situaciones...
No sé si será un dé javú o que las vueltas de la vida son como un un círculo enmarcando ciclos que empiezan y terminan en un mismo lugar con la esperanza de darnos una segunda oportunidad para mejorar o definitivamente descartar algunos elementos...
¿Será que las cosas nos vuelven a suceder para enmendar errores del pasado? ¿O para concluir con otro espíritu y sabiduría algunas situaciones inconclusas? ¿O tal vez para recapitular y aprender a decir que no?
¿Para hablar o para callar?
¿Qué pasa si diez años después, la vida nos vuelve a enfrentar con la misma prueba?
Un ciclo que parece terminar y volver a empezar; con muchos errores y algunos aciertos en su trayectoria, que se reciclan y renacen con los componentes imprescindibles para enseñarme que algunas lecciones deben ser inolvidables...
El tiempo dejó su huella perdida y la memoria es el único recurso para revisar entre los archivos.
Es la misma memoria que me sirve para para aprender que diez años después no necesito reincidir en un desliz que en su momento pagué demasiado caro...
Me quedan balas en la cartuchera para apuntar hacia nuevos horizontes y respirar aire nuevo y fresco...
Sacar belleza de este caos es una virtud...

Primero, lo primero...

¿Es tan difícil coincidir con las prioridades de los otros?
Las palabras tienen poder: nos pueden curar, nos pueden enojar o nos pueden angustiar... y cuánto!!
No puedo evitar sentir enojo y un poco de tristeza cuando no estoy dentro de las prioridades de alguien que quiero, que me importa, que siempre ocupó un lugar prioritario en mi vida...
Y más me angustio cuando siento que no recibo lo mismo que doy, cuando no me encuentro dentro de sus prioridades, al menos una vez al mes...
Siempre tengo la sensación de que soy yo la que se pone en el lugar de los otros de una manera comprensiva y que alguien se ponga del mío, parece imposible...
A muchos les parece muy difícil salirse de una situación de comodidad y pararse de la vereda de enfrente para ver las cosas con otra perspectiva...
Porque todos tenemos responsabilidades, cosas para hacer y distraernos...
Todos tenemos familia, amigos, trabajo... o ganas de estar solos...
Simplemene, todos tenemos VIDA!!!
Y en esta era del narcicismo potenciado y del egoísmo desvirtuado, nos olvidamos de fortalecer los lazos que crean afectos reales y necesarios...
Porque desde que nacemos necesitamos ser queridos, mimados y recordados... y durante toda nuestra vida ese cariño es transformado para fomentar las prioridades en la vida de las personas que nos rodean...
No siempre se trata de juntar las cartas, mezclar y repartir de nuevo...
Muchas veces es mucho más noble y leal generar una nueva estrategia de "juego" con las cartas que nos tocaron, siempre y cuando nos parezca prioritario...