11 de marzo de 2011

Pura química

Después de la intensa primera semana de trabajo, nada mejor que dos días feriados para conservar la energía y la calma que la actividad requiere.
Ya me estoy acostumbrando al ritmo del continuado, a los cuarenta y siete chicos entre los dos turnos, a los espacios nuevos y a llegar a casa de día.
Aunque algunos días me gusta pasar por el súpermercado, planear una caminata para mirar vidrieras o ir al cine...
Necesito un espacio de recreación y de "soledad", después de tantas horas de demanda...
Necesito mi momento de silencio y reflexión...
Extraño al solitario Palermo del medio día...
Y continúo buscando mi lugar en el mundo de los adultos para compartir, disfrutar, mostrarme y mirar... y encontrar personas nuevas que me acompañen en este nuevo recorrido.